Género de cine: Híbridos
Cine histórico: La base literaria de este género se encuentra en los manuales de historia o en la novela histórica. Suele caracterizarse por su tendencia a la espectacularidad, en forma de monumentalismo o colosalismo, dado que exige la reconstrucción de un tiempo y unos lugares probablemente desaparecidos o alterados en la actualidad. La fidelidad a la historia, a los hechos y circunstancias tal y como acontecieron, es de obligado cumplimiento, de ahí su vertiente didáctica. Se suele vincular al cine histórico con géneros como el policíaco, el western o el documental. Los tres momentos históricos que inspiraron al género son la antigüedad greco-romana, la Edad Media y la 2da Guerra Mundial. Se llama peplum o "cine de romanos" al cine ambientado en el 1er periodo, y le corresponden títulos significativos como La caída del Imperio Romano (1964), de Anthony Mann, Espartaco (1960), de Stanley Kubrick, y Gladiator (2000), de Ridley Scott. Como es obvio, un largometraje como Ben Hur (1959), de William Wyler, no ofrece una visión realista de esa etapa, pero nadie puede negar su influencia a la hora de fijar sus imágenes más divulgadas. El cine bélico, o cine de guerra, se ha preocupado de los acontecimientos de la 2da Guerra Mundial, a través de películas como La batalla de Midway (1976), de Jack Smight, y Rescatando al soldado Ryan (1998), de Steven Spielberg. Más recientemente, la guerra de Vietnam ha sido revisada desde todos sus ángulos, en filmes como Apocalypse Now (1979), de Francis Ford Coppola. Si bien el fondo imaginario suele distorsionar la interpretación histórica, lo cierto es que películas como las citadas han condensado la perspectiva popular sobre los conflictos que mencionamos.
Cine de Aventura: En este género el ingrediente principal está dado por el sentido épico de su relato. Todo film de aventuras se trata de las peripecias protagonizadas por un héroe o conjunto de héroes. Se trata de un modelo dramático sin una ambientación específica, por esto el cine de aventuras puede contar con argumentos relacionados con otros géneros. Sus primeros ejemplos se encuentran en el cine primitivo de Italia como medio de exaltación a su pasado histórico. Este tipo de cine busca captar al máximo la atención de los espectadores, por eso cuenta con muchas escenas de acción. Los personajes, por su parte, son estereotipados y siempre luchan para llegar a un objetivo tal como un tesoro, un rescate, o algo que se le asemeje. Por lo general, la películas englobadas en este género transcurren en lugares poco usuales y se sitúan en el pasado. Entre los primeros films del género encontramos Tarzan de los monos de 1932 dirigida por Van Dyke y La isla del tesoro de 1934, dirigida por Victor Fleming. Otras películas que rastrearon el pasado más remoto para moldear sus invenciones como en Sansón y Dalila (1949) de Cecil De Mille o Tierra de faraones (1955) de Howard Hawks. El ya mencionado modelo literario del folletín de aventuras halló un territorio muy propicio en los Estados Unidos, donde fue cultivado ampliamente en numerosas publicaciones durante el primer tercio del siglo XX. En homenaje a ese tipo de obras literarias, Stephen Sommers rodó La momia (1999), y Steven Spielberg dirigió la saga compuesta por En busca del Arca Perdida (1981), Indiana Jones y el Templo Maldito (1984) e Indiana Jones y la última cruzada (1989).
Cine de animación: En este género se sustituye la filmación de actores o escenarios por la utilización de técnicas de animación que dan vida y movimiento a ilustraciones, muñecos articulados o planos fotográficos o computarizados. En 1900, James Stuart Blackton rodó The enchanted drawing, una de las primeras realizaciones en animación. Por otra parte, en 1910, llegaba al cine un personaje de cómic creado por George Herriman, Krazy Kat. Pero la verdadera revolución en esta técnica se debe a Walt Disney y Ub Iwerks, creadores del ratoncito Mickey Mouse, que fue el protagonista de Steamboat Willie (1928), el primer lanzamiento sonoro de la Walt Disney Productions. Con Blancanieves y los siete enanitos (1937), la compañía de Disney estrenaba el primer largometraje de dibujos animados, y de ese modo inauguraba una pujante industria, impulsada por una creciente mercadotecnia de productos derivados. Siguiendo el mismo criterio, los hermanos Dave y Max Fleischer rodaron numerosos cortometrajes protagonizados por figuras como Betty Boop y Pepeye, así como un largometraje de animación realista, Los viajes de Gulliver (1939). Por las mismas fechas, Walter Lantz creó su propia compañía, lanzando al mercado de la animación los cortometrajes del Pájaro Loco. En un terreno más caricaturesco, la compañía Warner Bros. dispuso de artistas como Tex Avery, Chuck Jones, Fritz Freleng, Frank Tashlin y Bob Clampett. De todos ellos, destaca el trabajo de Chuck Jones, diseñador de personajes como el conejo Bugs Bunny, el Coyote, el Correcaminos y el Pato Lucas. Otro de los lugares donde se luce la animación es en Japón con los denominados animé. Películas niponas como Akira (1988), de Katsuhiro Otomo; Monster City (1988), de Yoshiaki Kawagiri y Yuji Ikeda; y Nausicaa del Valle del viento (1984), de Hayao Miyazaki, han otorgado un merecido prestigio a esta cinematografía. En la actualidad, los films animados cuentan con nuevas técnicas y más tecnología. Abundan y son elegidas por los miembros de toda la familia. Compañías como Dreamworks, Pixar y Disney lideran el mercado con películas como Toy Story (1995), Bichos (1999), Monsters Inc. (2001), Shrek (2001), Kung-fu panda(2008) y Wall-E (2008).
Cine de Aventura: En este género el ingrediente principal está dado por el sentido épico de su relato. Todo film de aventuras se trata de las peripecias protagonizadas por un héroe o conjunto de héroes. Se trata de un modelo dramático sin una ambientación específica, por esto el cine de aventuras puede contar con argumentos relacionados con otros géneros. Sus primeros ejemplos se encuentran en el cine primitivo de Italia como medio de exaltación a su pasado histórico. Este tipo de cine busca captar al máximo la atención de los espectadores, por eso cuenta con muchas escenas de acción. Los personajes, por su parte, son estereotipados y siempre luchan para llegar a un objetivo tal como un tesoro, un rescate, o algo que se le asemeje. Por lo general, la películas englobadas en este género transcurren en lugares poco usuales y se sitúan en el pasado. Entre los primeros films del género encontramos Tarzan de los monos de 1932 dirigida por Van Dyke y La isla del tesoro de 1934, dirigida por Victor Fleming. Otras películas que rastrearon el pasado más remoto para moldear sus invenciones como en Sansón y Dalila (1949) de Cecil De Mille o Tierra de faraones (1955) de Howard Hawks. El ya mencionado modelo literario del folletín de aventuras halló un territorio muy propicio en los Estados Unidos, donde fue cultivado ampliamente en numerosas publicaciones durante el primer tercio del siglo XX. En homenaje a ese tipo de obras literarias, Stephen Sommers rodó La momia (1999), y Steven Spielberg dirigió la saga compuesta por En busca del Arca Perdida (1981), Indiana Jones y el Templo Maldito (1984) e Indiana Jones y la última cruzada (1989).
Cine de animación: En este género se sustituye la filmación de actores o escenarios por la utilización de técnicas de animación que dan vida y movimiento a ilustraciones, muñecos articulados o planos fotográficos o computarizados. En 1900, James Stuart Blackton rodó The enchanted drawing, una de las primeras realizaciones en animación. Por otra parte, en 1910, llegaba al cine un personaje de cómic creado por George Herriman, Krazy Kat. Pero la verdadera revolución en esta técnica se debe a Walt Disney y Ub Iwerks, creadores del ratoncito Mickey Mouse, que fue el protagonista de Steamboat Willie (1928), el primer lanzamiento sonoro de la Walt Disney Productions. Con Blancanieves y los siete enanitos (1937), la compañía de Disney estrenaba el primer largometraje de dibujos animados, y de ese modo inauguraba una pujante industria, impulsada por una creciente mercadotecnia de productos derivados. Siguiendo el mismo criterio, los hermanos Dave y Max Fleischer rodaron numerosos cortometrajes protagonizados por figuras como Betty Boop y Pepeye, así como un largometraje de animación realista, Los viajes de Gulliver (1939). Por las mismas fechas, Walter Lantz creó su propia compañía, lanzando al mercado de la animación los cortometrajes del Pájaro Loco. En un terreno más caricaturesco, la compañía Warner Bros. dispuso de artistas como Tex Avery, Chuck Jones, Fritz Freleng, Frank Tashlin y Bob Clampett. De todos ellos, destaca el trabajo de Chuck Jones, diseñador de personajes como el conejo Bugs Bunny, el Coyote, el Correcaminos y el Pato Lucas. Otro de los lugares donde se luce la animación es en Japón con los denominados animé. Películas niponas como Akira (1988), de Katsuhiro Otomo; Monster City (1988), de Yoshiaki Kawagiri y Yuji Ikeda; y Nausicaa del Valle del viento (1984), de Hayao Miyazaki, han otorgado un merecido prestigio a esta cinematografía. En la actualidad, los films animados cuentan con nuevas técnicas y más tecnología. Abundan y son elegidas por los miembros de toda la familia. Compañías como Dreamworks, Pixar y Disney lideran el mercado con películas como Toy Story (1995), Bichos (1999), Monsters Inc. (2001), Shrek (2001), Kung-fu panda(2008) y Wall-E (2008).